En Abril 1992, TGV es fundada por Ernesto Galindez, Osvaldo Tessio y Marta Vicena, a quienes rápidamente se le unieron un selecto aunque reducido grupo de profesionales. Todos sus integrantes contaban con una extensa trayectoria en empresas de consultoría de primer nivel.

Los pilares sobre los que se construyó la compañía fueron: la pasión por hacer de cada producto entregado la herramienta más efectiva para el proceso que soporta; la vocación por aplicar la mejor, más avanzada y adecuada tecnología en cada desarrollo de software; el compromiso absoluto con el éxito de nuestros clientes. Estas bases se condimentaron con la experiencia adquirida en los principales proyectos informáticos desplegados hasta ese momento en el país, con la formación de los profesionales y con el entusiasmo para enfrentar desafíos combinando el rigor metodológico con la creatividad, la imaginación, la voluntad de éxito más férrea. Esta concepción de trabajo fue rápidamente aceptada por el mercado que, comenzó a demandar nuestros servicios de manera sostenida.Clientes como Philip Morris, Telecom Argentina, Loma Negra o Banco Rio demandan de manera sostenida nuestros servicios, lo que lleva a que la compañía, de un staff inicial de 5 personas, crezca a cerca de 100 consultores en 1999.

A mediados del año 2000, una vez superado el cambio de centuria, la empresa encara un proceso de revisión de sus procesos y estructura de funcionamiento. El esquema organizativo de TGV , apropiado para el volumen y tipo de negocios encarados originalmente, había permitido el crecimiento de la empresa, y la satisfacción de nuestros clientes. Pero para mantener el ritmo de crecimiento y mejorar y sofisticar nuestra oferta, decidimos llevar adelante un proyecto de reingeniería de la organización, que se denominó C.R.E.C.E.R. El proyecto debía revisar y adecuar, entre otros, la estructura organizativa, el portafolio de productos, los criterios de comercialización, los mecanismos de entrenamiento y formación de la gente, los canales internos y externos de comunicación, el proceso de toma de decisiones. Durante un año, y con la participación de todos los integrantes de la compañía, el proceso se llevó a cabo. En junio de 2001 se conforma la actual estructura basada en Unidades de Negocio con objetivos y responsabilidades específicas fijadas por el Directorio, máximo organismo de la compañía. Se implementa el coaching como filosofía de trabajo y se formalizan los roles y responsabilidades del conjunto de los integrantes de la organización.

En 2002, la brutal contracción de la economía argentina luego de la devaluación hace sentir toda su fuerza en la operación de TGV . La demanda baja de manera sostenida, por lo que en el primer semestre del año los resultados provisorios de la compañía resultan adversos por primera vez en su historia. Durante ese período también se profundiza la vocación exportadora, dado que el nuevo escenario cambiario favorece la venta de nuestros servicios en el exterior. Las exportaciones realizadas con anterioridad, además de ser esporádicas, se habían visto limitadas por el valor de nuestras tarifas en dólares. Esta estrategia rápidamente da sus frutos y se consiguen diversos contratos en el exterior. La operación vuelve a ser saludable y, sobre todo, rentable.

En los años subsiguientes (2003 / 2004) la empresa va consolidando su experiencia exportadora, refinando su oferta a los clientes fuera de argentina. Y, lo más importante, define como estrategia de largo plazo la exportación. Lo que en su momento fue una salida empujados por la necesidad, se convierte en uno de los fundamentos de la compañía. Empieza a realizar tareas de prospección y promoción de su oferta de desarrollo remoto de software de manera constante, enfocándose en los mercados de habla hispana, básicamente América Latina y España. Uno de los gerentes de la compañía es trasladado a México, para fortalecer y solidificar la operación en ese país. Desde el año 2003 hasta la actualidad, los ingresos provenientes de exportación de desarrollos de software representen más del 25% sobre el total.

En el año 2006 la compañía cuenta ya con un staff de 200 profesionales. El volumen de operación nos plantea la necesidad de formalizar nuestra vocación de estandarización de nuestro producto. Si bien desde el mismo día de fundación de la empresa, la adhesión a estándares y best practices de la industria se veía como parte de nuestro éxito, la transmisión de esta vocación se debía hacer de manera formal. Se encara un proceso de adhesión al estándar de calidad de la industria conocido como CMMI. Se crea un área específica que lidera el trabajo, involucrando de manera directa a no menos de 30 personas y se revisan las prácticas, se las mejora y formaliza. De esta manera, toda la organización entrega un producto homogéneo y previsible en cualquier proyecto o cliente. En Septiembre de 2007 recibimos la certificación que nos acredita como una empresa CMMI nivel 2.

El año 2010 nos encuentra con un staff de 240 personas, una operación con firmes relaciones con clientes locales (en varios casos, con más de 15 años de provisión de servicios de manera ininterrumpida) como Loma Negra, TGS, Philip Morris, entre otros. Y con clientes globales en América Latina y Europa, como Coca Cola- Femsa en México, TÜV Rheinland en Alemania, y las Naciones Unidas en Suiza. Además, producto de la continua mejora de procesos y metodología de desarrollo de software, la Compañía está trabajando en continuar avanzando en el nivel de madurez de CMMI.

Hoy en día, la Compañía se consolida como un referente de la industria IT en Argentina, y avanza en sus servicios en los mercados internacionales. Su organización en Unidades de Negocio y sus 6 áreas de soporte a la operación se suman a la metodología y la experiencia acumulada en casi 20 años para posicionar a TGV como una consultora IT de clase mundial